El PVC, el linóleo y el caucho son tres tipos diferentes de suelos de plástico. En los últimos años se han hecho cada vez más populares en el sector de la construcción debido a su versatilidad y variedad estética. Estos tres materiales entran en la categoría de suelos resilientes, superficies no absorbentes y fáciles de manejar. Entre los suelos resilientes podemos incluir: el PVC, cuyo ejemplo más famoso es el LVT, que se divide a su vez en suelos autoadhesivos, pegados, autofijados y de clic; los suelos de caucho (con relieve, lisos o con soporte); los suelos de linóleo calandrados sobre yute natural, calandrados sobre yute sintético, con soporte de corcho o con soporte de espuma.

Para mantener estos suelos en buen estado, es esencial llevar a cabo un proceso de mantenimiento adecuado. Para obtener el mejor resultado, FILA ofrece todas las soluciones para el cuidado de suelos resilientes y laminados respetando plenamente la norma UNI 11515-1.